Compañía:
No es el sitio. Es la compañía.
Es a quién te apetece dar un abrazo y que nunca se acabe.
Refugiarte en el corazón de la otra persona y sentir que estás en casa.
Alegrarte la vida porque esa persona te abre la puerta para mostrarte sus puntos débiles, sus miedos y sus sueños.
Qué bonito es demostrar cosas con el corazón libre y sin temor a nada.
Ojalá encuentres la suerte y te cruces con personas así, que confíen tanto en ti y que quieran compartir. Lo bueno y lo malo. Lo mejor y lo peor.
Porque todo lo anterior, se envuelve y defiende con la palabra amistad.
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