Variedad de sentimientos.
No sé si es el miedo lo que no nos deja avanzar. ¿Miedo a qué? Quizá a fallar, a no ser suficiente, a no dar la talla. Siempre estamos pensando en lo mismo: en lo rápido que se va el tiempo, en las pérdidas, en lo que no tenemos y en lo que siempre nos faltará. Siempre preocupándonos y dándole vueltas sin parar a las cosas. Al final le damos tantas vueltas que nos mareamos y caemos al suelo. Y enseguida intentamos levantarnos aunque tengamos un ojo para cada lado y nos duela la cabeza. Porque siempre lo hacemos así, nos caemos y siempre intentamos actuar como si nada hubiera pasado, como si siguiéramos en pie cuando estamos en lo más profundo del suelo. Quizá deberíamos respirar hondo, esperar a que se fuese el mareo y ahí ya levantarnos. Pero la pérdida del tiempo no era lo nuestro, solamente queríamos vivir el día a día, con un pasado imborrable, con un presente inolvidable y un futuro esperanzador. Y se reían de nosotros por querer llegar más alto, por luchar por nuestros derechos