Nosotros:

Hoy ha llovido. Y qué maravilla empaparse toda la ropa, pisar los charcos más profundos (y no, no saltarlos como obstáculos, si no afrontarlos de frente y de golpe) y calarnos hasta los huesos de la alegría de estar vivos.
La sencillez con la que se puede ser feliz cuando vemos el cielo incendiándose por las mañanas, con el Sol amaneciendo más naranja que nunca y las nubes rosadas simulando el humo del fuego ardiente.
Quizás sólo tengamos que encontrarnos a nosotros mismos entre tanto ruido, dedicarnos un silencio y darnos cuenta de que somos con quien, inevitablemente, pasaremos el resto de la vida. Y aquí estamos y, lo más importante, estaremos. Siempre creciendo. Siempre a mejor. Pase lo que pase. Nosotros.
A diez de octubre, miércoles.

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