Esto no sé de dónde ha salido.

Dime, ¿qué es el alma?
"Y yo qué sé", pensarás. Sí, yo también. Pero me encanta preguntarme estas cosas, no me preguntes por qué, a eso sí que no sabría buscarle ninguna respuesta.
Volvamos al alma. ¿Qué puede ser? ¿Existe de verdad? Yo creo que sí. Yo creo que el alma somos nosotros. No el cuerpo, no el físico en sí, lo que eres tú en realidad. Quién eres, cómo eres. Tú. Sin más, pero tampoco sin menos. ¿Qué se almacenará en el alma? ¿Quizás los recuerdos? Sí, yo creo que una parte de ellos. Yo creo que el alma almacena toda una vida, toda una persona. Dicen que cuando mueres, muere tu cuerpo pero no tu alma. A lo mejor por eso luego hay algo. ¿Realmente lo hay? A eso tampoco sé encontrarle ninguna respuesta coherente. Porque por mucho que diga, serán creencias. Pero ninguna cierta. Y dime, ¿a ti no te mata no saber el por qué de las cosas? ¿El por qué de la existencia? El por qué de tantas cosas que no sabemos, el por qué al que no hacemos caso. A ese por qué que si resolviésemos, a ese por qué que si prestásemos más atención, quizá seríamos mejores personas o quizá no. Quizá aprenderíamos a apreciar las cosas, a apreciarnos a nosotros. Podríamos probarlo. Pero no lo haremos. Quizá unos cuantos o quizá unos pocos. No me preguntes quiénes, eso depende de nosotros.

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Cómo dibujarías la libertad?

El arte.

Dieciocho.