Y volar...
Ser esclavos del viento.
Hojas sin dirección.
Hasta que te das cuenta de que tienes alas y que no hace falta que nadie te enseñe a volar.
Y, de repente, tu boca sabe a libertad y tu mente sólo piensa en ir cada vez más hacia arriba.
Ser esclavos del viento.
Hojas sin dirección.
Hasta que te das cuenta de que tienes alas y que no hace falta que nadie te enseñe a volar.
Y, de repente, tu boca sabe a libertad y tu mente sólo piensa en ir cada vez más hacia arriba.
Comentarios
Publicar un comentario