Ese instante (ojalá sepas del que hablo).

Qué bonito es ese instante en el que sientes que absolutamente todo está conectado, que todo está donde debe estar, como cuando el cielo se da la mano con el mar, como cuando las olas se deshacen contra los acantilados, como cuando cae la última gota de la tormenta, como cuando aparece un arco iris en el rincón más escondido, como cuando una sonrisa aparece de la nada, como cuando una risa estalla en el más absoluto silencio, como cuando unes todas las estrellas del firmamento a tu antojo, como cuando una mirada lo dice todo sin palabras, como cuando escuchas una canción que te llena con cada acorde, como cuando el viento sopla y te revuelve el pelo dejándote el sabor de la libertad, como cuando te entran los nervios antes de verle, como cuando dejas vía libre a tu imaginación y a tus sueños, como cuando eres capaz de hacer feliz, como cuando decides vivir y parece que ese instante del que hablaba antes, consigues hacer que se vuelva infinito.
A nueve de agosto, miércoles.

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