Yo conmigo:

Y, de repente, vuelves a encontrar la calma dentro de ti. Dejas de escuchar tanto ruido interno que generan los recuerdos. Consigues poner punto y aparte a todo aquello que no paraba de doler. Te das cuenta de que, las agujas del reloj han cosido los rotos, consiguiendo enseñarte y hacerte entender que todo pasa, que, aunque parezca imposible; el mundo sigue girando, listo para abrazar de nuevo tu vuelo y tu sonrisa en el momento que tú decidas volver. En ese preciso instante que te encuentres a ti, que vuelvas a ser tú, que regreses contigo y que te prometas, una vez más, que una siempre se elige a sí misma primero.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El arte.

Dieciocho.

El amor: